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ANKYLOSING SPONDYLITIS

(ANKYLOSING SPONDYLITIS WITH ORGAN / SYSTEM INVOLVEMENT)
Espondilitis anquilosante

LO QUE NECESITA SABER:

¿Qué es la espondilitis anquilosante? La espondilitis anquilosante es un tipo de artritis que afecta la columna. La inflamación en las vértebras causa que éstas se fusionen (se unan). Esto hace que su columna sea menos flexible de lo que debería. Los signos y síntomas empiezan en el área de su coxis y con el tiempo suben por su espalda hasta llegar al cuello. Otras articulaciones que pudieran verse afectadas incluyen los hombros, caderas y rodillas. Es posible que usted también tenga inflamación en los ojos, intestinos, corazón o pulmones.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la espondilitis anquilosante?

  • Dolor en la parte baja de la espalda que empeora después de no haber estado activo y mejora con el movimiento (en adultos)

  • Dolor o inflamación en las caderas o en la parte donde los tendones o ligamentos se unen al hueso

  • Fiebre o fatiga

  • Enrojecimiento o dolor en uno o ambos ojos

  • Pérdida del apetito, o pérdida de peso sin proponérselo

  • Postura doblada para ayudar a aliviar el dolor de espalda

  • Dificultad para respirar o dolor cuando respira profundo

¿Cómo se diagnostica la espondilitis anquilosante? Su médico le preguntará acerca de sus síntomas y cuándo comenzaron. Dígale si usted tiene un historial familiar de espondilitis anquilosante o artritis. Es probable que le pida que se mueva y doble de distintas formas para ver si el movimiento le causa dolor. Esto también le ayuda a medir la flexibilidad de su columna. También podría revisar lo bien que usted puede respirar profundo. Es probable que su médico sepa que usted tiene espondilitis anquilosante al ver sus signos y síntomas. Los siguientes exámenes podrían usarse para confirmar el diagnóstico o ayudar a planear el tratamiento:

  • Los análisis de sangre: podrían usarse para medir la cantidad de inflamación en su sangre. Los exámenes podrían también usarse para revisar si hay daños en los riñones.

  • Radiografía o imagen por resonancia magnética (IRM) toman imágenes que podrían mostrar el daño o deterioro causado por años de inflamación. No entre a la sala donde se realiza la resonancia magnética con algo de metal. El metal puede causar daños graves. Dígale al médico si usted tiene algo de metal por dentro o sobre su cuerpo.

¿Cómo se trata la espondilitis anquilosante? El tratamiento depende de sus síntomas y su severidad. Es posible que usted necesite alguno de los siguientes:

  • Medicamentos podrían darse para prevenir la inflamación o controlar su sistema inmunológico. Algunos medicamentos se administran solamente en el hospital por vía intravenosa. Los esteroides u otros medicamentos podrían recetarse para que usted se los tome en casa. Usted también puede tomar medicamentos AINE, como el ibuprofeno, para ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Los AINEs se pueden obtener sin receta médica. Consulte con su médico cuál medicamento es el adecuado para usted. Pregunte la cantidad y la frecuencia con que debe tomarlos. Siga las indicaciones. Cuando no se toman de la manera indicada, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides pueden causar sangrado estomacal o problemas renales. Si usted está tomando medicamento anticoagulante, asegúrese de preguntar siempre si los medicamentos AINE son seguros para usted.

  • Cirugía podría usarse si sus síntomas son severos u otros tratamientos no funcionan. Es probable que usted también necesite que le enderecen la columna. Es probable que sea necesario reemplazarle sus caderas u otras articulaciones si están dañadas.

¿Qué puedo hacer para manejar la espondilitis anquilosante?

  • Evite actividades que esfuercen su espalda. No levante objetos pesados. Pregúntele a su médico si es seguro para usted practicar deportes. Algunos deportes podrían ser demasiado rudos como para que usted los practique de una forma segura.

  • Mantenga una buena postura. Siéntese y póngase de pie recto. Siéntese solamente en sillas de respaldar recto y con su espalda apoyada sobre el respaldar de la silla. No se apoye hacia adelante cuando está trabajando con su computadora o en un escritorio. Un terapeuta ocupacional le puede mostrar formas de trabajar sentado al escritorio sin dañar su columna. Duerma de espaldas y sobre un colchón duro. No ponga almohadas debajo de su cuello o rodillas.

  • Muévase frecuentemente durante el día. Trate de no permanecer en una sola posición por largos periodos de tiempo. Por ejemplo, no esté de pie por mucho tiempo. No dé largos paseos en automóvil. Su médico podría recomendarse la natación como ejercicio. La natación aliviará el estrés de su espalda y evitará que usted mueva su espalda de una forma extraña. El ejercicio ayuda a mantener su columna flexible. El ejercicio también puede ayudar a formar músculo. El músculo ayuda a proteger los huesos.

  • Vaya a terapia física según indicaciones. Un terapeuta físico puede enseñarle ejercicios para mantener su espalda y otras articulaciones flexibles. La terapia también puede ayudar a reducir el dolor y así facilitarle a usted el poder hacer sus actividades diarias. Es probable que usted también aprenda técnicas de respiración profunda para ayudar a expandir el pecho por completo cuando respira.

  • Haga sus ejercicios de respiración profunda según indicaciones. La espondilitis anquilosante puede dificultarle la respiración si su postura se dobla. Es probable que su médico le recomiende ejercicios respiratorios.

  • No fume. La nicotina contenida en los cigarrillos y puros puede causar daños a los pulmones y dificultarle la respiración. La nicotina también puede aumentar la pérdida ósea. Solicite información a su médico si usted necesita ayuda para dejar de fumar. Los cigarrillos o el tabaco sin humo todavía contienen nicotina. Consulte con su médico antes de utilizar estos productos.

¿Qué puedo hacer para manejar mis síntomas?

  • Aplique calor según indicaciones. Esto ayuda a disminuir el dolor. Use una compresa caliente o empape una toalla pequeña en agua tibia. Elimine el agua adicional y aplique la toalla en el área adolorida. Haga esto durante 15 minutos cada hora o según indicaciones.

  • Aplique hielo según las indicaciones. El hielo ayuda a disminuir el dolor y la inflamación y ayuda a prevenir daños a los tejidos. Use una compresa de hielo o ponga hielo triturado en una bolsa de plástico. Cubra la bolsa con una toalla pequeña y aplique la bolsa sobre el área por 20 minutos cada hora o según indicaciones.

  • Alcance o mantenga un peso saludable. El peso adicional aplica presión sobre su columna y otras articulaciones. Esto puede aumentar sus síntomas y empeorar la espondilitis anquilosante. Consulte con su médico cuánto debería pesar. El podría ayudarle a crear un plan saludable de pérdida de peso si usted tiene sobre peso.

  • Consuma alimentos saludables y variados. Los alimentos saludables incluyen frutas, vegetales, panes integrales, productos lácteos bajos en grasas, carnes magras, pescado y legumbres, como las lentejas. Su médico podría recomendarle que aumente la cantidad de calcio y vitamina D que usted consume. El calcio y la vitamina D trabajan juntos para ayudar en la formación o mantenimiento de los huesos.

  • Protéjase de caídas. Asegúrese de que los pasillos de su casa no tengan ningún obstáculo. Pegue con cinta adhesiva los bordes de las alfombras y cables eléctricos. También asegúrese de tener suficiente luz en los pasillos para que pueda ver por dónde ir. Estas medidas le ayudarán a prevenir tropiezos cuando usted camina en su casa. Es probable que su médico también le recomiende usar una andadera, bastón u otros aparatos de apoyo. Estos aparatos pueden ayudarle a controlar su equilibrio.

¿Cuándo debo llamar al 911 o buscar atención inmediata?

  • Usted no puede mover sus piernas.

  • Usted se cae y cree que se ha quebrado un hueso.

¿Cuándo debo comunicarme con mi médico?

  • Usted tiene dolor o enrojecimiento en los ojos, se vuelve sensible a la luz o tiene visión borrosa.

  • Usted tiene nuevos síntomas o sus síntomas empeoran.

  • Usted tiene preguntas o inquietudes acerca de su condición o cuidado.

ACUERDOS SOBRE SU CUIDADO:

Usted tiene el derecho de ayudar a planear su cuidado. Aprenda todo lo que pueda sobre su condición y como darle tratamiento. Discuta sus opciones de tratamiento con sus médicos para decidir el cuidado que usted desea recibir. Usted siempre tiene el derecho de rechazar el tratamiento.